Hombres que no conozco se han acercado a pedirme que sea su compañero de responsabilidad. Quieren dejar de ver pornografía, y desean que “un líder” les pida cuentas al respecto.

Para ser honesto, ¡aún no me acostumbro a que un desconocido me pida algo tan personal! Con la mejor actitud, explico a estas personas cómo funciona una relación de entrega de cuentas.

La entrega de cuentas no es un servicio que presta un profesional, y que se “contrata” para dejar el pecado. Es una relación que se cultiva y que necesita tiempo y recursos para fortalecerse (como toda relación humana). Es cierto, siempre se necesitará que alguien espiritualmente más maduro acompañe a alguien novato en el proceso. Pero por muy “cristiano maduro” que seas, siempre necesitarás de alguien más débil en la fe. Comento más sobre este punto más adelante.

La entrega de cuentas es vivir en transparencia con nuestros hermanos, en mutuo y constante apoyo para sacar a luz el pecado. Es animarnos unos a otros a ser cada día más como Cristo.

Aunque esta expresión, entrega de cuentas (accountability en inglés) no se menciona específicamente en la Biblia, es un principio observable en todas las Escrituras. Lee por ejemplo las palabras del apóstol Pablo:

Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación. Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo. Gálatas 6:1-2 NTV

Este pasaje muestra que la restauración de quien está en pecado viene a través de otros cristianos. Si estás leyendo porque quieres dejar de consumir pornografía, presta atención: La Biblia no menciona que alguien puede salir del pecado con sus propias fuerzas. La santificación,  el proceso de ser cada día más como Cristo, sólo puede hacerse en comunidad. No querer pedir ayuda a otros puede ser una evidencia del orgullo que se acumula con el pecado sexual mismo.

Cuando la Biblia da instrucciones sobre las relaciones entre cristianos, explica que estas relaciones son mutuas, de dos vías. El pasaje que leíste dice que si ahora estás en un momento espiritual estable y fuerte, pero no estás buscando a quién ayudar a restaurar, no estás cumpliendo.

Si estás leyendo esto para ayudar a alguien más, no te irrites por las recaídas de los demás. El apóstol Pablo indica que tú también podrías estar pronto necesitado de restauración. En todo momento nos acompaña nuestra naturaleza pecaminosa y seguimos luchando contra cualquier pecado.

He experimentado con gratitud que hay mayor riqueza en la vida cristiana cuando uno vive ambos lados de la relación. Conforme varios de mis aconsejados crecieron espiritualmente se han convertido en mi estructura de apoyo. Al mismo tiempo Dios me ha permitido formar una amistad con quienes han sido mis mentores. Así he podido apoyarlos en sus momentos de tentación y necesidad. Es mi deseo que al aplicar el pasaje de Gálatas que leímos, también encuentres las riquezas que la cruz de Cristo nos otorga a través de la comunidad con otros cristianos y que puedas obtener victoria sobre el pecado sexual.