El principio bíblico de Corte Radical que forma parte de nuestros programas, es a veces difícil de aceptar y ejecutar. Corte Radical significa eliminar todo lo que nos hace caer en pecado sexual. Esto incluye cortar con amistades que promueven el pecado.

A mí me costó entender este principio. Durante mi restauración,  un pasaje bíblico me generó bastante resistencia. Pero cuando se asentó en mi corazón, pude comprender cuanta verdad hay atesorada en él, y cuan beneficioso fue aplicarlo en mi vida.

En este pasaje el apóstol Pablo le escribe a la Iglesia de Corinto. Le escribe a un grupo de creyentes maduros:

No se relacionen con ninguno que afirma ser creyente y aun así se entrega al pecado sexual o es avaro o rinde culto a ídolos o insulta o es borracho o estafador. Ni siquiera coman con esa gente. 1 Corintios 5:11 NTV

La instrucción de Pablo es más que clara. Si tienes amigos que conocen el evangelio y aun así insisten en vivir en pecado sexual, ni siquiera te les acerques.

¿Por qué Pablo fue tan drástico? ¿No deberíamos restaurar al creyente que ha caído (Gál. 6:1-3)? Para mí la frase clave de este pasaje es entregarse. Me hace imaginar gente que no lucha contra el pecado, sino creyentes que se abandonan para disfrutar el pecado, anunciarlo y jactarse de que no reciben castigo.

No escribo para condenar a otros. Más bien quiero comentar cómo Dios me habló acerca del daño que me hacía el mantener este tipo de amistades mientras yo misma quería dejar el pecado sexual.

A continuación tres razones por las cuales las personas cristianas que se entregan a una doble vida son tan peligrosas:

 

  1. Promueven mentiras sobre la santidad

Tener amigos creyentes que se jactan de su pecado sexual es muy confuso cuando uno empieza a regresar a Dios. Personalmente tuve algunas amistades así y resultaron las más dañinas y conflictivas, sembrando en mí pensamientos como: “Mi amiga tiene un cargo de servicio en la iglesia y tiene relaciones sexuales con su novio. No debe ser tan malo entonces”. Ahora sé que un cargo en la iglesia no equivale a santidad ni a relación con Dios, pero en las primeras etapas de mi vida cristiana esta confusión fue combustible para mi tentación. Que el castigo por el pecado no sea inmediato ni público, no significa que no sucederá pronto:

Cierto día, Jesús dijo a sus discípulos: «Siempre habrá tentaciones para pecar, ¡pero qué aflicción le espera a la persona que provoca la tentación! Lucas 17:1  NTV

Lo que me lleva al siguiente punto:

 

  1. Son un imán para atraer el juicio de Dios

Lee este pasaje en el que Dios habla también a la Iglesia:

Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro!; pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca! Apocalipsis 3:15-16 NTV

Por la misma naturaleza del pecado, las amistades enfermizas son como una enredadera alrededor de nuestra alma. Cuando el castigo de Dios viene sobre ellos, nos jalan consigo. Quizás has estado cerca de alguien cuyo pecado Dios expone. En su falta de arrepentimiento, intentará llevarse consigo a todos los que pueda. Expone secretos de todo el que conoce, se endeuda, intenta vengarse, etc. Es como una explosión que lastimará a todo el que se haya quedado cerca por imprudente.

 

  1. Hieren a la congregación de creyentes

Ahora una palabra acerca de mantenerse cerca de líderes que aman su vida sexual desordenada. ¿Cuántas historias no conocemos de autoridades que viven en pecado con una oveja de la congregación, a pesar de la confrontación de los miembros de la iglesia? Muchos pastores acusan a quien los confronta de no someterse a la autoridad, expulsan a sus mismos ancianos y ahuyentan a los miembros. Pero los más lastimados son los nuevos creyentes. Son personas cuyo primer contacto con Dios es a través de la gente que lo representa. Son personas que esperaban ayuda pero reciben traición en su inocencia como nuevos cristianos. Esto es una falta grave. (Lc. 17:1-2).

 

Agradezco a Dios por las amistades cristianas que me mostraron el lado opuesto de lo que yo creía que era “normal” para un cristiano. Personas que me ayudaron a salir del pecado recurrente. Fue gracias a su ejemplo de arrepentimiento que yo procuro vivir en pureza en el área sexual. Amistades que oran por mí, que velan por mi crecimiento espiritual y que me tienden una mano al momento de necesitarlo.

No hay más que añadir a las palabras del apóstol Pablo. Sólo me queda insistirte en que no te expongas a las mentiras y al dolor que causan los llamados cristianos que promueven activamente una doble vida. Nada bueno podrá resultar de esa comunión.