Confesarles a otras personas nuestro pecado podría haber sido una orden no negociable de Dios hacia nosotros. La separación y la muerte que causa el pecado deberían ser suficiente motivación para sacarlo a luz y abandonarlo. Dios no está obligado a prometernos beneficios por hacerlo.
Sin embargo Dios no describe en la Biblia la confesión como una orden, sino como una serie de promesas. Contarles a otros nuestro pecado y abandonarlo trae beneficios. Esto nos habla de un Dios sumamente amoroso y misericordioso. Considera estos tres beneficios de contarle a otros tu pecado oculto:
Confesar mi pecado trae prosperidad.
No estamos hablando de “declarar” prosperidad como si fuera un derecho adquirido. El siguiente versículo describe qué tipo de prosperidad viene con la confesión:
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón. Proverbios 28:13 NVI
La primera prosperidad que se nos promete no es dinero o relaciones, sino perdón y misericordia. ¿Qué mejor beneficio hay que eso?
Pero además, quienes servimos en este ministerio notamos que sacar a la luz nuestros pecados secretos trajo claridad mental, eliminó la paranoia, y nos devolvió las fuerzas para trabajar. La persona que actúa sin culpa ni vergüenza por lo que hizo es una persona que empieza a dar fruto en el trabajo, en la iglesia y en todas sus relaciones. La prosperidad después de haber confesado no siempre se cuenta en dinero o negocios, pero siempre en emociones más sanas y paz mental.
Confesar mi pecado restaura mis relaciones.
Fingir ante los demás que no tenemos pecado nos mantiene en oscuridad. Este pasaje describe al que vive en la luz como alguien que ha dicho la verdad sobre su pecado, y alguien que se mantiene unido a sus hermanos. Lo opuesto es entonces también cierto: El que oculta su pecado vive en separación, en enemistad con sus hermanos:
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad. 1 Juan 1:8 TLA
Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús. 1 Juan 1:6 TLA
Los secretos crean murallas entre nosotros y aquellos que amamos, especialmente con nuestra pareja y familia. Pero la vergüenza y la culpa también nos arruinan las relaciones de trabajo. Destruyen nuestra comunión en la iglesia y dañan nuestra actitud hacia todas las personas. Una vida sin secretos nos permite ver a las personas a los ojos, hablar con suma honestidad y formar relaciones sólidas sin temor al abandono.
En la Biblia el pecado nunca desaparece con ajustes menores, y la reconciliación entre dos personas no se lleva a cabo con superficialidades. La única forma de restaurar una relación dañada empieza con sacar los pecados ocultos a la luz.
Confesar mi pecado permite que Dios me ayude.
La resistencia a la idea de contarle a otros nuestro pecado puede disfrazarse de piedad: “Es que no quiero lastimar a las personas que amo contándoles lo que he hecho”. En el fondo de esta frase está el orgullo. En realidad nos queremos que resulte dañada la falsa imagen que nos hemos construido. Entonces, ¿cómo puede una persona orgullosa ser ayudada por Dios? El Señor nos da la siguiente promesa: “Si quieres mi poderosa ayuda, humíllate y confiesa tu pecado”. Lee esto:
En realidad, Dios nos trata con mucho más amor, como dice la Biblia: «Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes. Santiago 4:6 TLA
Encontramos el poder para cambiar solamente cuando quebramos nuestra imagen ante los demás. Encontramos sanidad en nuestras relaciones cuando derribamos las murallas de nuestros secretos. Encontramos prosperidad en forma de paz mental para trabajar cuando nos sentimos perdonados.
¡Que maravillosas promesas las que Dios nos ha dado cuando confesamos nuestro pecado!
Muchas gracias por esta informacion, me ayuda bastante, Dios te bendiga Ernesto.!
Estoy dispuesto a buscar ayuda. Quiero ser sanado en cuerpo y alma. Oren por mi.
Quebrar esa imagen que se ha hecho uno, ante los demás, es liberador, ya que, orgullo, y la verguenza, te hace estar en circulo vicioso.
Definitivamente la confesion de in pecado , error o falta grave denota madurez , arrepentimiento y humildad. Creo que al sacar nuestros pecados a la luz nos quitamos in peso de encima y podremos movernos en la direccion adecuada con mayor facilidad.
Es uno de los pasos más dificiles creo yo, pero tambien es uno de los que trae más paz, despues de dar este paso sientes un avance enorme
Pero si hay un pecado que saben personas de tu entorno pero en vez de ponerse en tu lugar o preguntar el porque uno cayó, solo te juzgan y te hicieron sentir muy mal en el pasado. Es necesario confesarle ese pecado a otra persona aún así hayan pasado años? Y que sabes que no te juzgará sino te acercará a la gracia de Dios?
Alejandro, siempre habrá experiencias de personas que reaccionan con poca gracia. Pero necesitas recordar que ésto no significa que el principio bíblico de la confesión sea un error. Fue la gente la que te falló, no la Biblia. Y probablemente cuando a cada uno hemos sido juzgados sin gracia, en parte fue nuestra responsabilidad por escoger gente inmadura para confesar nuestros pecados. Seguramente aprendiste mucho de la experiencia dolorosa de ser criticado, y la próxima vez puedes escoger mejor, a un amigo maduro que pueda ayudarte en verdad, y no juzgarte. ¿Cómo saber que esa persona te acercará a la gracia de Dios? Pues en su propia vida debería demostrar que está consciente de su pecado y que está buscando por sí mismo arrepentimiento y gracia. Una persona así puede ayudarte muchísimo.
Contrario a la sabiduría popular, el tiempo no cura las heridas. Si tienes un secreto que te hace daño, el tiempo que pasas sin hablarlo sólo te hace más daño. Si ya pasó mucho tiempo, pero tú aún no lo olvidas, o sientes ese pendiente, es porque el secreto aún tiene poder sobre ti, o es más bien un pecado que no has confesado y probablemente no eres libre de él. Anímate a seguir el impulso que el Espíritu Santo está poniendo en ti, y usa esa incomodidad de las cosas que quieres sacar a luz, para buscar a alguien con quien hacerlo.
Confesar mi pecado significa que debo decirlo a mi pastor?
Por supuesto. Él es la persona bajo cuyo cuidado espiritual te has puesto, y quien representa la autoridad de la iglesia en la que te congregas. ¿Por qué habrías de ocultarle un pecado a tu pastor? Es cómo estar enferma, ir al médico y luego mentirle y decirle que no estás enferma cuando él te pregunta cómo te sientes. Ahora si tu pregunta surge del temor de que te quiten algún puesto en la iglesia, o de ser expuesta en público, entonces debes enfrentar esos temores en tu vida por separado y de manera específica con la ayuda de otros creyentes. Ánimo, si estás sintiendo la necesidad de confesarlo, es seguramente por obra del Espíritu Santo, quien te empodera para hacer esto. Puede ser doloroso y un caos, pero la obediencia tendrá un resultado agradable ante Dios.
Tengo mucho miedo de confesar mi pecado porque me bauticé con él. A medida que comenzaba a asistir más a la iglesia me di cuenta que un abuso sexual jamás confesado me impulsaba más a él. La verdad es que la iglesia es un refugio para mi de mi familia disfuncional, especialmente de mi padre. Si me echan de alli, donde me refugiare:'(
Excelente información, Dios pide que confesemos nuestros pecados y que seamos transparentes, para vivir de una manera honesta y sabia, y los que encubren sus pecados no son bendecidos espiritualmente, sino que siguen en sus mismos fracasó