Hace unos meses, nuestro pastor, Ricky Marroquín, enseñó en una reunión de mentores acerca de la Entrega de Cuentas. Es un principio que todos los que completamos el programa de 60 días de este ministerio aprendimos, pero hay muchísimo más que aprender y aplicar en nuestra vida.
Acabo de releer esas notas sobre siete rasgos de carácter que nos permiten vivir el estilo de vida de la entrega de cuentas. La enseñanza del pastor Marroquín incluía un ejercicio de introspección, por eso esta nota se trata un poco más de lo que yo apunté ese día sobre mis propios hábitos. Creo que son un buen iniciador de una conversación con los lectores, para que juntos examinemos nuestra propia vida. Lee a continuación mis apuntes sobre las primeras dos, y anímate a escribir un comentario abajo para que podamos apoyarnos unos a otros:
Vulnerabilidad
¿Estoy consciente de mis mecanismos de defensas, y de cómo quitarlos para que otros vean mi interior? ¿Muestro mis debilidades más ocultas, y lo que me duele, a mis compañeros de responsabilidad?
Yo reconozco que a veces “edito” en mi mente lo que necesito confesar a mis amigos, ya sea algo que hice o que estoy pensando, con el objetivo de que “suene cristiano”. Sigo aprendiendo a no fingir. Debo decir las cosas como son, diciendo lo que tengo ganas de hacer o pecar, y lo que me provoca tentación, o los recuerdos que estoy guardando.
Reconozco también que a veces minimizo mis tentaciones o fallas. Me excuso en mis supuestas fortalezas como cristiano. Me defiendo mientras confieso lo que pienso, lo que hice, aunque no me estén atacando, y si no tengo cuidado, empiezo a sentirme víctima por que nadie aprecia mis intentos por ser un buen cristiano. Estoy aprendiendo a entregar a cuentas en plena consciencia de que mis debilidades, y dejar de fingir que soy fuerte:
Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. 2 Corintios 12:9 NTV
Enseñabilidad
¿Soy humilde para que otros me llamen la atención sobre mi pecado? ¿Puedo aprender con humildad cuando me instruyan y aplicarlo a largo plazo en mi vida? ¿Soy enseñable? ¿Puedo aprender o soy necio en creer que ya lo sé todo?
Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente. Salmos 51:17 TLA
Tú mismo me hiciste y me formaste; ¡dame inteligencia para aprender tus mandamientos! Salmos 119:73 DHH
Me cuesta reconocer que soy enseñable, pero solo con algunas personas. Examinando mi mente, descubro que no estoy dispuesto a escuchar de todos, o que tengo el mal hábito de asignar cuotas de ‘autoridad espiritual’ a algunos hombres, pero no a otros, tal vez basado en mis prejuicios.
Nunca me ha sido fácil aceptar que me corrijan, o que me den instrucciones. Confieso que la entrega de cuentas es un momento tenso, pero recibir corrección es aún más incómodo; tanto, que sé que debo estar listo para salir a caminar un rato. Necesito calmarme y repetirme una y otra vez que estoy haciendo lo correcto, que no debo temer. Reconozco que esta ansiedad es una secuela del pasado con la que debo luchar. En el pasado recurría al pecado sexual para aliviar la molestia de ser corregido en cualquier área. Sigo trabajando en eso.
Es mi intención en el 2011, aprender a manejar mejor esas reacciones, y ser intencional en ser enseñable.
¿Te está costando a ti afianzar alguno de estos rasgos? Comparte.
Siempre será más díficil ser corregido o enseñado por aquellos que más te conocen. Es como que algo se estremece en mi interior, y solamente pretende salir a defenderse.
Que Dios me ayude cada día a derribar mi orgullo, a guardar silencio y ser humilde.
Debo reconocer que hace un tiempo me he dado cuenta que me cuestan mucho los dos puntos que mencionas, deseo dejar la soberbia y permitir que Dios trabaje en mi para ser humilde, entiendo que costara trabajo y cambios en mi carácter. Ademas respecto al tema de la enseñabilidad como le llamas es similar a lo que dices atribuyo muchas veces niveles de autoridad o en otras ocasiones pienso que yo tengo la razón, pido al Señor que cambie mi forma de pensar y me permita aprender de todos aquellos que con palabra de Dios y amor me enseñan u exhortan.
gracias por compartir este articulo!
Bendiciones.
Tengo que ser honesto que tengo que trabajar en ser vulnerable en mis áreas internas, tengo que aprender que mis CDR no me estan juzgando para ser humilde y sacar a luz toda tentación o fuente que la provoque para que ellos me puedan guiar a conectarme con Dios para pedir perdon y fortaleza en las áreas de debilidad; Le pido a Dios que me quite todo espiritu de conocimiento humano, para que enseñable a traves de mis CDR, que utiliza mi Dios para corregir aspectos de caracter, con el proposisto de alcanzar la pureza sexual en mi vida.
Considero que este es un tema de mucha importancia, y que pienso a todos nos cuesta, estamos a estas alturas acostumbrados a manejar una careta que es bien dificil reconocer y mas que reconocer ceder a hacer cambios en esa area, disponer el corazon a ser enseñable no es un paso facil
Logicamente cuesta trabaja aceptar la verdad y que se la digan en la cara. creo que el proceso de negacion es una etapa de la adiccion pero con el trabajo se logra romper la barrera de la humildad y se aprende que esta bien equivocarse y que esta bien no tener la razon todo el tiempo.
La verdad que estos principios son importantes ya que en mi caso el volverme vunerable me ha costado y el dejarme enseñar ya que a veces uno se cree que lo sabe todo pero la verdad que siempre necesito aprender de otros y tener esa humildad es la que cuesta
VULNERABILIDAD Y ENSEÑABILIDAD SON PRINCIPIOS INDISPENSABLES PARA MI RESTAURACION, SIN EMBARGO NO SON FACILES DESPUES DE TANTOS AÑOS ENSERRADO EN MI PROPIA FORMA DE LUCHA MI PROPIO METODO.
A MEDIDA QUE ABANZO EN ESTE PROSESO DE LIBRES EN CRISTO SIENTO QUE ACCEDO A SUS CONSEJOS AMADO HERMANO. NO ME REUSARE A ESTOS DOS RAZGOS QUE ESTOY SEGURO SON CLAVES EN MI RESTAURACION
Debo reconocer que a mi también me cuesta recibir exhortación por parte de ciertos hermanos, sobre todo de aquellos de los que considero que “no son dignos” o que les falta experiencia; olvido que la sabiduría viene de Dios y que Yo mismo he tenido el privilegio de ser portador de su palabra a pesar de toda mi indignidad. Es un orgullo vano con el que debo luchar día a día.
Vulnerabilidad: Reconozco que a ciertas personas se me ha dificultado confesarles todos los que ha pasado por mi mente o los actos que he cometido por temor a ser juzgado, o a la imagen que se formaran de mí al pensar que lo que hago es demasiado deshonroso y que no se sientan bien estando cerca de mí. En ocasiones también omito mencionar detalles de mis actos por vergüenza al que pensaran
Enseñabilidad: A veces me da rabia el reconocer que tuve que llegar al punto de que alguien me dijera algo que ya Dios me había enseñado y que no puse en práctica en determinado momento, a veces me molesta ponerme en una posición de vulnerabilidad ante otra persona que lleva el mismo tiempo que yo de haber conocido al Señor y ver que espiritualmente esta mas avanzado que yo y ahora me esta exhortando cuando yo debería estar en un nivel de madurez espiritual igual o más avanzado que esta persona y que por tanto si necesitase recibir instrucción debería ser de alguien que tenga más tiempo en la Fe. Creo que es una idea errónea de lo que produce el pecado como el ego y el orgullo.
Uno lucha con el pecado toda la vida. Pero atraves del tiempo Dios nos va ayudando poco a poco