Imagina a un hijo que toma ventaja de su papá. Le habla sólo cuando se le acaba el dinero. ¿Qué pensarías de un hijo así? Probablemente que es un hombre que no honra ni ama a su padre, sino que usa la relación para su conveniencia.

Imagina ahora a un hijo que ama profundamente a su padre. Ama estar cerca de él para compartirle sus alegrías y tristezas. Está dispuesto a aplicar su consejo y escuchar su sabiduría. ¿Qué pensarías si un hijo que se comporta así se acerca a su padre en tiempos difíciles? Probablemente pensarías que es un acto de amor pedir ayuda de su papá cuando necesita ayuda.

Es una señal de un amor real y comprometido pedir un favor a otra persona con quien se tiene una relación cercana. Es una señal de maldad el pedir ayuda a alguien sólo por dinero o salud.

Quizás todo lo que define tu relación con Jesús hasta ahora es tu deseo de dejar de ver pornografía o dejar de ser infiel. La verdad es que Dios quiere que tu relación con Cristo sea más importante que tu lucha contra la pornografía o la infidelidad. Tu deseo de ser libre del pecado sexual puede ser sólo el inicio de un propósito mayor de Dios para salvarte de una separación eterna.

Jesús definió una relación con Él de forma muy sencilla:

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Juan 15:7 NBD

Todo el capítulo donde se encuentra ese versículo habla de una relación con él, no acerca de pedir prosperidad material. El tema central es “Pureza y Obediencia”. Lee los versículos que introducen este capítulo:

Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Juan 15:3-4 NBD

Jesús nos explica su idea: “Quiero que conozcas lo que tengo que decir, porque mis palabras te limpian. Cuando guardes todas esas palabras en tu corazón, sabrás entonces cómo pedirme ayuda. Y cuando pidas ayuda según lo que he puesto en tu corazón, entonces te daré lo que estás pidiendo”.

Una relación con alguien que amamos se construye hablando y escuchando a esa persona. Lo mismo sucede con nuestra relación con Jesús. Si decimos que lo amamos pero nunca hablamos con él ni lo escuchamos, necesitamos reconsiderar si es el verdadero amigo que asumimos que es.

¿Cómo logramos una relación cercana con Cristo entonces?

 

Cómo escuchar a Jesús

Jesús dice que permanecemos en una relación con él cuando sus Palabras permanecen en nosotros. El único medio de recibir o escuchar sus palabras es en la lectura de la Biblia. Si nunca has leído tu Biblia en forma intencional, un buen punto de partida es un plan sencillo en Internet. Prueba con la aplicación YouVersion en este enlace. Explora en la sección Planes el que más te interese. Empieza con un plan corto, o un plan específico de pureza sexual. Conforme avances, puedes seguir con planes más extensos, o un plan semestral o anual de lectura bíblica.

 

Cómo hablarle a Jesús

Si estamos escuchando a Jesús, podemos empezar a hablarle. Leamos de nuevo este pasaje:

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Juan 15:7 NBD

Cuando Él dice que le pidamos lo que queramos, habla acerca de orar. Quiero sugerirte tres ideas prácticas para hablar con Jesús.

Primero, oramos las Palabras de la Escritura.

Lee versículos o capítulos, y luego conviértelos en una oración personal. Así de sencillo. Háblale a Dios con las palabras que estás leyendo. Mira un ejemplo de un versículo que se puede orar:

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. Salmos 51:10 NTV

Lleva un registro de los versículos que te sirven para orar, y recurre a él cada vez que quieras hablar con Dios.

Segundo, oramos en voz alta.

Yo me distraigo fácilmente durante la oración. Una de las formas más efectivas que he encontrado para permanecer enfocado al orar es orar en voz alta. Oremos en la forma en la que nos expresaríamos con otra persona, directa y audiblemente.

Tercero, cantamos al Señor.

Son bastante frecuentes los días en los que me siento frío en mi relación con Dios. Pero algo que derrite mi corazón frío en esos días es cantar al Señor. Te comparto una de las canciones que me han servido como oraciones:

¿Cuál de estas sugerencias te sirve para hacer más estrecha tu relación amorosa con Cristo? ¿Qué experiencias has tenido en este tema? Comenta.