¿Quién protege a una persona cuando su cónyuge prefiere proteger sus propios secretos?

Algunas personas buscan consejería por que fueron infieles a su pareja, o porque están consumiendo pornografía. Probablemente sus respectivas parejas ya saben de su conducta sexual secreta. Quizás los sorprendieron en pecado, o porque voluntariamente sus cónyuges decidieron contarle todo. Estas personas que buscan la restauración de su matrimonio, aprenden que la confesión y la entrega de cuentas son principios que forman parte de un programa bíblico de consejería. Lo más probable es que también experimenten que esa confesión inicial trae muchísimo dolor para ambos. Aún con muy buena voluntad de recuperar su relación, permanece el temor de arruinar  el frágil proceso de restauración, con una ronda más de confesión. Por eso cuando surge de nuevo información que no recordaban, o se sienten tentados a recaer, o la persona con la que estuvieron en pecado los contacta, prefieren ocultárselo a su pareja.

¿Qué tan sabio es ocultar información durante el proceso de restauración? ¿Quién debe decidir eso? ¿La persona que estaba en pecado o su cónyuge?

Considera los siguientes factores para responder:

 

No necesitas escoger entre decir la verdad y amar a tu pareja.

En la Biblia la verdad y el amor se mencionan en muchos pasajes como inseparables. Cuando se ama, se dice la verdad. Para decir la verdad, necesitas hacerlo con amor:

(El amor) no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:5-7 NVI

Al contrario, el amor debe hacernos decir siempre la verdad, para que en todo lo que hagamos nos parezcamos cada vez más a Cristo, que es quien gobierna la iglesia. Efesios 4:15 TLA

No existe tal cosa como mentir por amor. Decir la verdad pero sin amor, tampoco es bíblico. Necesitamos tomar la Palabra a Dios en este asunto y recordar que es Él quien respalda sus instrucciones con bendición. El dolor que causaste inicialmente a tu pareja cuando descubrió tu pecado es consecuencia directa del pecado. No fue la Biblia la que causó ese dolor. Recuerda separar ambas ideas. Ahora que estás buscando la restauración de tu matrimonio necesitas actuar en una forma diferente. Necesitas llevar las decisiones de matrimonio confiando en Dios, y diciendo la verdad con amor.

El contexto de Efesios 4:15 amplía sobre las bendiciones que vienen con decir la verdad. Decir la verdad es la fuerza al fin trae unidad entre creyentes (v.3-4) y nos permite resistir la manipulación (v.14). Ahuyenta la oscuridad de la mente (v.18), y nos quita la vergüenza que nos dejó el placer del pecado (v.19). Decir la verdad renueva la mente de pensamientos pecaminosos (v.23). Es cierto, no hay una promesa que la confesión de pecado sea un proceso dulce y gentil, pero las promesas que Dios hace al respecto nos ayudan a resistir el dolor.

 

La persona que fue engañada decide cuánta información necesita.

¿Quién debería tomar la decisión de que información debe ser compartida y por qué razón? ¿Es la persona que está recuperándose del pecado, quien debería decidir a quién le tiene que contar? Hay una frase que suena dura, pero ayuda a permanecer con los pies sobre la tierra durante la restauración: Un adicto sexual está acostumbrado a mentir.

El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es? Jeremías 17:9 NTV

Tomando en cuenta que las adicciones roban la madurez emocional, espiritual y moral. ¿Por qué la persona que tiene el menor nivel de madurez y el récord más largo de malas decisiones debería tener el poder de tomar esta decisión de restauración? Quizás quien estaba en pecado no confía en su propio criterio porque puede estar aún corrompido con mentiras. Al mismo tiempo su pareja puede estar demasiado adolorida para tomar esta decisión con claridad mental. En ese caso es necesario el criterio de un pastor o un consejero cristiano que los apoye para tomar esta decisión. Recuerda que todas, todas las decisiones de recuperación en un matrimonio deben ser de mutuo acuerdo. Cualquier decisión de restauración que uno tome sin tomar en cuenta la voluntad del otro puede parecer manipulación o de falta de voluntad de cambiar.

Hemos s aprendido  que lo que una persona protege, es aquello que ama. Si un hombre o una mujer está protegiendo sus secretos o su adicción más que a su pareja, entonces ¿quién está protegiendo a su cónyuge? ¿Qué dice esto del orden de prioridades en su vida? Los personas que hemos visto recuperarse exitosamente son los que acaban con su vida secreta. Estas personas deciden en cambio proteger a su pareja, no ocultando el pecado, sino abandonando el pecado y evitando caer de nuevo en el futuro. Ese es el verdadero sentido de proteger el corazón de tu pareja.

 

La recuperación en secreto no llega muy lejos.

Con frecuencia, un hombre o una mujer que ha tenido una vida sexual oculta, desea tener también una recuperación secreta. Quiere que solamente su terapeuta, su grupo, su consejero o sus compañeros de responsabilidad sepan del proceso.  Normalmente esto implica mantener a su pareja fuera del tema.

Un hombre o una mujer debería de rendir cuentas a otras personas de su miso sexo.  Debe ser vulnerable con ellos acerca de sus pensamientos, tentaciones y acciones específicas. Contarle a su pareja los detalles puede ser contraproducente. Insistimos, esta decisión debe ser acordada entre ambos. Sin embargo, si una persona decide que no quiere conocer los detalles de las tentaciones futuras de su pareja, necesita tener la certeza de que él o ella tienen compañeros de responsabilidad con quienes es honesto. Aunque no sepa todos los detalles de sus tentaciones futuras, si puede cooperar con las estrategias de restauración que recomiende su consejero.

A aquellos que son totalmente honestos respecto a su pasado y presente y a la vez se apoyan en un consejero obtienen mejores resultados. Van hacía adelante eliminando la vergüenza y ganando la credibilidad de su pareja.

Decir la verdad es la piedra angular de todos los programas de recuperación.  Una persona que vive con secretos hace que su recuperación sea más difícil para sí misma, para su pareja y para su matrimonio. Quien sigue manteniendo secretos tiene mayores probabilidades de recaer.

Es recomendable que las parejas que están buscando la restauración, programen una reunión semanal o quincenal de recuperación entre ellos mismos.  Esta reunión específica mantiene a ambos enfocados respecto a lo que cada uno está aprendiendo y haciendo en su recuperación personal, y concentra la tensión en una sola reunión semanal, y disminuye los interrogatorios o peleas diarias por esta situación, permitiendo continuar con el crecimiento y cuidado en otras áreas.