Si uno mismo se pregunta, “¿Cuándo dejaré de ser un adicto al pecado sexual?” podemos respondernos “pues cuando deje de hacer lo que antes hacía”. Sin embargo la respuesta bíblica es más amplia que eso. Primero, la Biblia nos recuerda que sí es posible dejar de vivir y practicar el pecado constante, sin embargo nuestra naturaleza pecaminosa siempre estará con nosotros. Por eso necesitamos a Cristo cada día. Segundo, la Biblia nos enseña que la libertad es real cuando uno sustituye los hábitos de pecado por hábitos de santidad.

Leamos juntos un pasaje que nos explica esto:

Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Efesios 4:21-22 NVI

A este principio le llamamos Desvestirse/Vestirse. La Biblia habla de quitarse lo viejo y ponerse algo nuevo, también lo puedes ver reflejado en Romanos 13:14 y Colosenses 3:10. Ese es el significado del arrepentimiento genuino, darle la espalda al pecado y empezar a caminar en la dirección opuesta.

Yo tuve que luchar en mi vida con hábitos que volvían a regresar. Algunas tentaciones regresaron con fuerza, incluso cuando ya había completado el programa de 60 días en este ministerio. Me desesperaba preguntándome a mí mismo, “¿por qué no puedo ser libre de mis viejos hábitos?” Fue entonces cuando entendí que al eliminar mis hábitos nocivos, nunca invertí mis energías en crear hábitos nuevos. Es así como he aprendido poco a poco a quitarme la ropa vieja de mi naturaleza anterior, y vestirme con la ropa nueva de la naturaleza de Cristo, con nuevos pensamientos y nuevos hábitos.

Acá hay dos ejemplos de cómo la Biblia describe el cambio:

El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados. No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. Efesios 4:28-29 DHH

¿Pudiste identificar el principio que estamos comentando? Al ladrón no se le instruye solamente a no robar. Ahora debe hacer lo opuesto, trabajar para tener con qué ofrendar al necesitado. Al que es obsceno en su forma de hablar, no se le pide solamente que no lo haga más. Se le instruye a hablar con intención cosas que edifiquen a la comunidad. Se trata de construir un hábito positivo exactamente opuesto al hábito de pecado.

¿Cómo puedes tú aplicar este principio en tu restauración del pecado sexual? Piensa en estos ejemplos:

Antes veía pornografía al volver del trabajo,

Ahora es un hábito cenar y conversar con mi familia al regresar a casa.

Antes tenía acceso completo y a solas a TV por cable,

Ahora solo rento películas en compañía de alguien que me supervise.

Antes compraba literatura de temas sexuales,

Ahora tengo un tiempo diario de lectura bíblica.

Si tú te estás despojando de tus hábitos sexuales pecaminosos, ¿te estás vistiendo con hábitos nuevos, o lo estás dejando al descuido? Déjanos tus comentarios acerca de ideas de hábitos nuevos que otros lectores pueden formar.