Esta nota está basada en una enseñanza de nuestro pastor, Ricky Marroquín, y me ha servido para evaluar cuanto me falta aplicar sobre el principio de Entrega de Cuentas. Este es un principio que aplicamos en todos nuestros programas de consejería en este ministerio. Significa contar con una estructura de apoyo para luchar contra la tentación y para ser enseñado y corregido. Pero también significa apartar tiempo para los amigos, para ayudar y ser ayudado.

 

Accesibilidad

¿Estoy disponible apartando tiempo para permitirle a mis amigos rendir cuentas conmigo, y viceversa? ¿Me hago disponible de buena gana o lo hago con pesar?

Me ha costado aprender cómo hacer espacio para atender a mis amigos y apoyarlos en sus luchas. También me ha costado apartar tiempo para buscar a otros para que inviertan en mí. He tenido que reconocer que sólo puedo atender a muy pocas personas durante un período de tiempo extenso. Más allá de ese número, le empiezo a robar tiempo a otras áreas de mi vida. Puedo perder el enfoque en el proceso de cada uno y dejar de darles seguimiento. Parte de invertirse en la relación con un compañero de responsabilidad incluye dedicar tiempo a orar por su vida. Me he visto en la necesidad de decirle a algunas personas que no puedo ser su compañero de responsabilidad, pues les dedicaría muy poca calidad de tiempo y atención.

En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano. Proverbios 17:17 NVI

Por eso animo a las personas a tener varios compañeros de responsabilidad de su mismo género, porque no siempre una sola persona podrá estar disponible todo el tiempo para apoyarle, sobre todo en los momentos de urgencia. Realmente no es lo más real o lo más sabio tener un solo compañero de responsabilidad, sino más bien una estructura compuesta por varias personas que te apoyan.

Una sola persona puede ser vencida, pero dos ya pueden defenderse; y si tres unen sus fuerzas, ya no es fácil derrotarlas. Eclesiastés 4:12 TLA

 

Confiabilidad

¿Soy discreto con los asuntos de quien me ha contado algo? ¿Demuestro que puedo manejar secretos a largo plazo?

Es necesario guardar un balance con la secretividad. En el pasado me llegué a sentir muy incómodo cuando alguien me pedía que guardara una confesión de pecado sexual, especialmente que no le contara a su pastor si me preguntaba, o a la esposa de quien me lo comentaba. Me sentía más un cómplice o un facilitador del pecado, que un verdadero amigo que impulsaba al otro a cambiar. Aprendí a explicar sutilmente que no puedo ocultar pecado sexual de las autoridades de su iglesia, ni de su pareja.

Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra. El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua. Proverbios 20:18-19 RV60

Por otra parte, soy estricto conmigo mismo y con los miembros de mi equipo al respecto de no contarle a terceras personas, a nadie ajeno al ministerio, acerca de la entrega de cuentas de un hombre o mujer que estamos atendiendo.

 

Empatía

¿Tengo esas fibras sensibles para hallar un punto en común con lo que otros están viviendo o sufriendo? ¿Muestro genuino interés por comprender las necesidades de otros? ¿Puedo alegrarme por las victorias de los demás y sufrir con sus luchas?

Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo! Romanos 12:15-16 NTV

Un vicio que estoy trabajando es mi costumbre de aconsejar inmediatamente al que habla. Casi interrumpo para hablar yo, y olvidar que la gente necesita simplemente ser escuchada. Sé que debo recordar que es más importante lo que otros tienen que decir. Debo buscar la oportunidad para orar por ellos y de mostrarles a Cristo, que el dar mi opinión.

Creo en una idea que promuevo entre mi equipo. Todos tenemos la capacidad de mostrar empatía, sin importar nuestro estado civil, ni las conductas sexuales que cada uno tuvimos que dejar. Dios me ha permitido tener una enorme confianza con mi compañero de responsabilidad, aunque él es casado y nunca luchó contra las atracciones al mismo sexo. Sin embargo el precio que cada uno ha tenido que pagar ha sido similar. No es necesario haber vivido lo mismo para apoyarnos el uno al otro y en corregirnos cuando ha sido necesario.

¿Cómo estás tú luchando en estas áreas de vida? Escribe un comentario para que podamos aprender juntos y apoyarnos.