Quizás has escuchado la expresión compañero de responsabilidad. Describe a la persona a quien has pedido que te enseñe a ser responsable por las consecuencias del pecado, y a abandonarlo. (En este ministerio acostumbramos a usar las iniciales CDR para referirnos a los compañeros de responsabilidad).

Un compañero de responsabilidad es quien participa en una reunión de entrega de cuentas. Este es un principio bíblico que se enseña en muchos pasajes, que nos muestra que la salvación es sólo por Cristo pero la santificación del cristiano (parecernos cada día más a Cristo) se hace a través de las relaciones con los demás, en mutua corrección, confesión y restauración.

En una nota anterior describíamos una reunión ficticia entre amigos, José, Mario y Fernando. En esta reunión cada uno no tiene manera de saber si los otros están diciendo la verdad. Es posible que Mario haya visto pornografía diez veces en la semana y no cuatro como lo confesó. Una marca de la adicción a la pornografía es la costumbre de mentir o minimizar un hábito para ocultarlo. Ellos necesitan a alguien maduro y sabio que verifique si dicen la verdad, que les enseñe instrucciones bíblicas, y revise su progreso constantemente.

Para ayudarte a hacerte responsable durante la entrega de cuentas, considera tres consejos:

Primero, necesitas encontrar a alguien que muestre compromiso con tu santidad. El compromiso no se mide por las reuniones semanales que esa persona pueda dedicarte. Compromiso es la voluntad de hacer el tiempo para orar por ti, responder tus llamadas, y revisar tu estado actual y tu progreso. El llamado a restaurar a otro creyente requiere tiempo y perseverancia a largo plazo. Es típico de estas relaciones de empezar con mucha fuerza, solo para desvanecerse después de un corto periodo de tiempo. Asegúrate de que tanto tú como tus compañeros de responsabilidad estén orando para ser diligentes en perseverar por mucho tiempo.

Segundo, la verdadera entrega de cuentas incluye verificación de lo que la otra persona dice. Para eso existe el software y las aplicaciones que reportan tus actividades de navegación en Internet. Que un compañero de responsabilidad te pida que instales un software así no significa que sea un mal amigo o que “no confíe en ti”. Si le pides a alguien que sea tu CDR es porque reconoces que el pecado es tu hábito, tanto de mentir como de ver pornografía. Es necesario un mecanismo que te ayude a formar el hábito de decir la verdad.

Sin embargo, a veces los mejores medios de verificación que puede usar tu CDR son actividades sencillas. Estas incluyen revisar tu teléfono o tu computadora personal. Tengo una amiga mayor a quien una chica le pidió ayuda para dejar de consumir pornografía. Esta amiga le preguntó si estaba dispuesta a que hicieran limpieza juntas en su habitación para tirar todo el material pornográfico, a lo cual la chica accedió. Esa revisión le permitió encontrar material escondido en cada rincón posible, incluyendo los espacios entre los colchones de la cama. Este ejemplo muestra que la verificación es más una cuestión de astucia que de tecnología.

Un tercer elemento la aplicación sabia de la Palabra. Un compañero de responsabilidad no necesita un título específico de liderazgo, años de experiencia o estudios académicos. Todo lo que se necesita es un cristiano maduro que esté caminando en pureza sexual. Alguien que sea responsable por enseñarte a aplicar la Palabra de Dios en el proceso de restauración, y que te enseñe a la vez a ti a ser responsable por seguir las instrucciones de la Biblia, y que te pida cuentas por cómo lo estás haciendo.

Mi último consejo es que busques varios CDR. Es la mejor manera para formar una estructura de apoyo que te ayude a ser cada día más como Cristo.

Alguien que está solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no se corta fácilmente. Eclesiastés 4:12-13 NTV